Historias de la cachaza

Bebida destilada típicamente brasileña.

La cachaza es una bebida de gran importancia cultural, social y económica para Brasil, y está directamente relacionada con el inicio de la colonización portuguesa del país y con la actividad azucarera, basada en la misma materia prima que la cachaza.

Ya en 1502, los primeros plantines de caña de azúcar llegaron a Brasil y en las primeras décadas de presencia portuguesa, el número de ingenios azucareros en Brasil se multiplicó rápidamente. El éxito fue tan expresivo que hasta 1650 nuestro país fue el mayor productor de azúcar del mundo.

La cachaza siguió el ciclo del azúcar. Según el historiador Luís da Câmara Cascudo, en su libro «Prelúdio da Cachaça» (Preludio de la Cachaza), la primera cachaza en Brasil se destiló alrededor de 1532 en la ciudad de São Vicente, en el Estado de São Paulo. Después de los siglos XVI y XVII, cuando hubo una importante multiplicación de alambiques en los ingenios azucareros de los Estados de São Paulo y Pernambuco, la cachaza se extendió por Río de Janeiro y Minas Gerais debido al descubrimiento del oro y piedras preciosas.

El éxito de la cachaza fue tan grande en Brasil que su venta fue prohibida por la Corona Portuguesa en 1649, debido a la caída de las ventas del vino portugués. La cachaza también era temida en este período por el temor de que estimulara la rebeldía de los negros. También se usó como símbolo de nacionalidad cuando el Brasil Colonia empezó a luchar por liberarse de Portugal. Como símbolo de esta lucha por la independencia del país, la cachaza se servía en las reuniones de conspiración de los Inconfidentes (integrantes de la Conjura de Minas Gerais).

Durante el siglo XIX, con el surgimiento de la economía cafetera y una sociedad elitista que comenzó a rechazar sus hábitos rurales y a valorar los productos y hábitos europeos, la cachaza ha ido ganando el estatus de un producto popular dirigido a los pobres, sin cultura. Sin embargo, el producto siguió siendo muy consumido en todo Brasil.

A partir de los años 80 y 90, se inició una serie de iniciativas que buscaban valorar la cachaza, que hoy se considera un producto típicamente brasileño. Con la mejora en los procesos de fabricación, la cachaza ha ido adquiriendo aún más calidad y hoy es apreciada no solo aquí en Brasil sino en todo el mundo, siendo considerada una bebida ampliamente democrática que agrada los gustos de todas las clases sociales.

"La cachaza es el tercer destilado más consumido en el mundo, solo superada por

CACHAZA

Un verdadero orgullo nacional.

En 1996, el en aquel entonces presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, legitimó la cachaza como un producto típicamente brasileño, estableciendo criterios de fabricación y comercialización. Allí comenzaron a surgir varias iniciativas para impulsar la visión de la cachaza como una bebida genuinamente brasileña.

Se estima que Brasil produce 1.400 millones de litros de cachaza al año. Hay más de treinta mil productores y cuatro mil marcas en el mercado. Cuando no referimos a la cachaza de columna de destilación, São Paulo es el mayor productor. Sin embargo, Minas Gerais es el estado que más produce cachaza de alambique. Esta cachaza es incluso considerada la mejor de Brasil y actualmente es uno de los productos que más genera empleo e ingresos en el Estado.

En 2018, Brasil exportó 8,41 millones de litros de cachaza a 77 países, generando ingresos superiores a quince millones de dólares. La cachaza es el tercer destilado más consumido en el mundo, solo superada por el Soju (destilado de arroz coreano) y el vodka.

Se estima que nuestro país tiene una capacidad de producción de alrededor de 1.200 millones de litros de cachaza al año. Nuestro sector es muy diverso y conviven productores de diferentes tamaños, tecnologías y mercados. Según el Instituto Brasileño de Cachaza, Ibrac, hay casi 12 mil establecimientos de producción en Brasil. Al sumarse las estimaciones de las asociaciones regionales de productores, llegamos a más de 14 mil. Desafortunadamente, no todos están registrados en el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (Mapa) y en el Servicio de Impuestos Federales.

Si bien el 90% de la producción es legal, menos de dos mil establecimientos son formales, según datos demostrados al cruzar los números de la publicación ‘A Cachaça no Brasil – Dados de Registro de Cachaça e Aguardente’ (La Cachaza en Brasil – Datos de Registro de Cachaza y Aguardiente), difundida por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (Mapa) y la información recopilada por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) en el Censo Agrícola-Ganadero de 2017.

Estos datos nos muestran que la elección del producto a consumirse debe tener en cuenta un criterio importante, que es el registro del producto en el MAPA. Pese a la gran valoración del producto artesanal, la producción de cachaza debe seguir estrictos estándares de calidad para estar disponible para el consumo.

Algunas regiones productoras ya son conocidas por el mercado brasileño como sinónimos de calidad. En casi todos los estados encontramos producción de cachaza, pero Minas Gerais se reconoce como uno de los mayores productores de cachaza artesanal de Brasil. La cachaza de Minas Gerais ha conquistado Brasil y el Mundo y es sinónimo de calidad.

Cachaza de Minas Gerais

Cachaza de Minas Gerais

Minas Gerais tiene la mayor concentración de alambiques del país, el 95% de ellos artesanales, lo que le da al estado el liderazgo en la producción de este tipo de cachaza. El estado también es conocido por sus iniciativas para promover la cachaza como bebida para todas las clases, sirviéndola en todo tipo de lugares, desde cantinas y bares hasta el menú de los mejores restaurantes.

En Minas Gerais nacieron varios movimientos que impulsaron la organización del sector, valoraron la imagen y brindaron apoyo técnico y comercial a la producción de la cachaza, haciendo que el estado sea más respetado y recordado por los especialistas cuando de diversidad y calidad de la cachaza se trata. En el estado se encuentra el nivel más alto de modernización del sector en Brasil y también el mayor número de pequeños y medianos productores con registro, aunque todavía hay un gran número de productores no legalizados.

También de Minas Gerais es la entidad más antigua que representa a los productores de cachaza de alambique, Ampaq, y la primera carrera de educación superior para Tecnólogos en Cachaza, que nació en 2005, en la ciudad de Salinas.

En 2007 el proceso de fabricación tradicional, en alambique, fue declarado patrimonio cultural de Minas Gerais. Minas respira cachaza, y es prácticamente imposible visitar el estado sin degustar un trago de la bebida y regresar a casa sin cargarse algunas botellas.

Al inicio de la migración a Minas, las cachazas blancas (puras) se colocaban en toneles de madera para transportarse. Debido al contacto con la madera durante el viaje, la cachaza adquiría un color amarillento y pasaba a tener sus propios aromas y sabores. Algunos dicen que de ahí surgió la costumbre de añejar y almacenar la cachaza en toneles de madera.

Salinas

Capital nacional de la cachaza.

En 2018 se aprobó una ley que otorgó el título de Capital Nacional de la Cachaza a la ciudad de Salinas, en Minas Gerais. La ciudad ha sido reconocida por la producción de la bebida durante muchos años, e incluso la producción de cachaza es una de las actividades económicas más importantes del municipio.

La región es una de las regiones con mayor concentración de marcas de cachaza artesanal en Brasil, con más de 50 productores, estando entre los más reconocidos: Cachaza Seleta, Cachaza Havana, Cachaza Boazinha, Cachaza Canarinha y Cachaza Indaiazinha.

La cachaza es también una gran parte de la vida cultural de la ciudad, que promueve el Festival Mundial de la Cachaza siempre en el mes de julio. El Festival celebra la tradición de la producción de cachaza, valora la bebida y apalanca el turismo de la ciudad, una vez que recibe a miles de personas durante los tres días del evento.

En 2012 se inauguró el Museo de la Cachaza, que cuenta con ocho salas donde se expone la rica colección de botellas y trapiches que cuentan la historia de nuestro pasado enredado a la caña de azúcar. En el mismo año, el INPI (Instituto Nacional de la Propiedad Industrial) reconoció la Indicación Geográfica, modalidad Indicación de Procedencia para la cachaza producida en la Región de Salinas. Esta indicación es un reconocimiento gubernamental a la calidad y la importancia económica y cultural de la Cachaza producida en la región.

¿Quieres saber más sobre la historia de la cachaza y aún disfrutar de una buena copa de Seleta? Ven a visitar Salinas. Además del museo, la ciudad cuenta con un fuerte mercado campesino con productos regionales, además de las tradicionales tiendas de cachaza donde se puede degustar y adquirir los productos.

Descubre las cachazas elaboradas en Salinas.

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